Orígenes
Los egipcios fueron un pueblo conservador por excelencia, lo que puede también explicar la fase relativamente atrasada en que se detuvo su religión; además de aceptar divinidades de otras razas, con las que entraron en relaciones hostiles o amistosas, conservaron con celoso cuidado las de las diversas religiones del país.
A los antiguos les atribuyó un origen africano creyendo que venían del Alto Nilo. Se sabe que hoy Etiopía, lejos de colonizar Egipto, fue colonizada por él, y que el pueblo egipcio desciende del grupo hamita de raza blanca, cuyas tribus poblaron Africa del Norte.
Cabe agregar que los egipcios estuvieron en un tiempo bajo dominio de los hicsos (grupo asiático) hasta que los gobernadores tebanos del Alto Egipto lograron derrotarlos y expulsarlos (1580 a. C).
Se inició entonces un período conocido como Nuevo Imperio, caracterizado por las conquistas militares de Egipto. Posteriormente, Egipto fue conquistada por otros pueblos.
Los egipcios fueron los más notables representantes de la raza camita, una raza africana que constituyó el núcleo de los primeros pueblos mediterráneos, y a la que se le suele asignar la mayor parte de las estirpes y lenguas que no pertenecen a las 2 grandes familias : la indoeuropea y la semita.
Camita son, el copto, derivado directamente del egipcio el grupo de lenguas berberiscas, que todavía se habla en el Africa Septentrional, y la raza "kushita" que comprende, entre otros, el somalí, el gala y el dankali; al tronco camita parece corresponder, además, pueblos como los egeos de la civilización minoica de Creta; los vascos de España, los drávidas de la India, y algunas razas de la Polinesia.
En cuanto a los egipcios, en siglos pasados se les propuso originarios de una región llamada Punt, situada probablemente a lo largo de la costa Somalí.
Estos antiquísimos Punistas procedentes del sur africano y convertidos en indígenas de las orillas del Nilo, habrían sido después sometidos por invasores septentrionales, portadores de una civilización más elevada que produjo el nacimiento de las dinastías.
En el curso del río se basa la posterior subdivisión del país en Alto Egipto (Tebaida), Medio Egipto (Heptanomida) y Bajo Egipto (Delta) con esta división se corresponden los tres grandes períodos históricos : Memfita, Tebano y Saíta, entre los cuales se distribuyen treinta y tres dinastías de faraones.
Sin el Nilo, todo el territorio egipcio sería un desierto árido e inculto. Es este río el que trae de lejanas regiones, en las que las precipitaciones son muy copiosas, el agua que permite junto a sus riberas los cultivos y la vida.
Estas aguas a veces se desbordan originando las periódicas crecidas que obligan a los campesinos a un largo lapso de inactividad aunque a veces resultan insuficientes, sobre todo en las tierras distantes del curso del río
Las pérdidas sufridas en la zona pantanosa y la carencia de afluentes en esta región árida comprometería quizá la existencia misma del río en el larguísimo recorrido medio e inferior, y el Nilo se agotaría a través de los miles de kilómetros de desierto que se interpone antes de alcanzar el mar.
El régimen hidrográfico del río Nilo se caracteriza por 2 crecidas anuales que se producen en verano de modo poco regular, por lo menos en su curso medio y bajo.
El nivel del río comienza a subir en junio y alcanza su máximo en septiembre, para descender después gradualmente, hasta alcanzar su nivel más bajo entre febrero y junio. Las crecidas del Nilo se deben a la abundante aporte de sus 2 afluentes de la derecha, el Nilo Azul y el Atbara.
En la crecida estival máxima del Nilo, ésta procede aproximadamente en un 80% del Nilo Azul, en un 15% del Atbara y sólo en un 5% del Nilo Blanco. El aporte invernal a veces es debido en gran parte al Nilo Blanco.
Por ello, la prosperidad de Egipto depende de la crecida anual del Nilo que, al inundar una prolongada faja a lo largo de sus orillas las riega y fertiliza, depositando sobre ellas una sutil capa de limo.
El clima de Egipto es de tipo desértico mitigado únicamente el la costa mediterránea. Se caracteriza por la extrema escasez o incluso la falta absoluta de lluvias, por un cielo sereno durante largos espacios de tiempo, por temperaturas elevadas todo el año.
Durante varios siglos, el Alto Egipto afirma su unidad frente a la rebeldía del Delta, que se ha desarrollado completamente como una sociedad agrícola con artesanías y ciudades. El Alto Egipto mantiene su personalidad frente a los nubios del sur, los libios del oeste y los beduinos del desierto del este y de la península del Sinaí.
Se citan 3 reyes, llamados Escorpión, Narmer y Horus, como los unificadores de Egipto.
Egipto aparece precisamente como el "Reino de los 2 países" El Alto y el Bajo y su rey es una divinidad. Esta vive en el rey como en la imagen o en el animal sagrado; al morir el rey pasa a su sucesor.
El rey es la encarnación de Horus, y tal concepción reposa en ideas bien vivas sobre la función religiosa del jefe de la horda primitiva.
En las 2 coronas, la blanca y en forma de alto gorro o tiara del Alto Egipto y la roja baja gorra del Bajo, se resume la hazaña cultural de la unificación del país y la creación de una entidad de importancia política antes nunca conocida.
De las 5 dinastías que la ciencia moderna asigna al primer periodo de la historia egipcia, o sea, el llamado Imperio Antiguo, que durante las 2 primeras dinastías "tanitas" tuvo la capital en Tanis, y de la tercera en adelante, en Menfis, solamente la cuarta comienza a alcanzar relieve gracias a la "Piedra de Palermo", que nos revela algunas particularidades acerca del reinado de su fundador y gracias también a las 3 grandes pirámides erigidas en Gizeh.
Con la misma dinastía, comenzó un período intermedio de trastornos internos que duro hasta la XI dinastía; en la actualidad al Imperio Medio se le asigna solamente las dinastías XI y XII. Siguió un segundo período intermedio que coincide con la presencia en el Delta de los hycsos, semitas invasores; después comienza la triunfante ascensión del Imperio Nuevo.
En el último período, de decadencia y trastornos, el centro de la vida social, oficial y cultura se traslado hacia el Bajo Egipto; fueron capitales alternativamente, Tanis, Sais, Mendes, Sebenytos.
A una dinastía de reyes sacerdotes y a 2 dinastías libias, siguió una etíope; después una nacional, que señaló un renacimiento espiritual y literario; tras el paréntesis que significo la dominación persa, reinaron en menos de un siglo las 3 últimas dinastías de faraones.
La conquista por parte de Alejandro Magno, la dinastía de los Ptolomeos, la ocupación romana, la invasión árabe, son los principales hechos políticos que llevaron al gradual debilitamiento y extinción de todo lo egipcio.