Construido en el Nuevo Imperio, su monumentalidad se debe al poderío adquirido por Egipto en su etapa imperialista, que significó una enorme afluencia de recursos y mano de obra esclava. Se accede a él por una avenida flanqueada por hileras de esfinges con cuerpo de león y cabeza de carnero, con una estatua del faraón divinizado bajo el hocico. Su fachada es el primer pilono.
templo de Amon en Karnak - Egipto |
Los pilonos son portales compuestos por dos paredes macizas inclinadas, unidas por una puerta cuyo coronamiento llega a la mitad. Generalmente se adornan con mástiles. Su aspecto sólido simboliza el poderío que impide la entrada de fuerzas hostiles.
El capitel abierto, cuyos bordes se pliegan hacia fuera como si estuvieran siendo aplastados por el techo, es más adecuado para expresar la función sustentante de la columna.
El tercer pilono es sucedido por cuatro obeliscos (cuyas puntas originalmente doradas reflejaban el sol y representaban su presencia como divinidad en la tierra) y por un cuarto pilono. Tras él encontramos los obeliscos de la reina Hatshepsut, que en otro tiempo estuvieron en la fachada del templo, quedando ocultos tras las sucesivas ampliaciones.
templo de Amon en Karnak - Egipto |
Atravesando el quinto y el sexto pilono aparecen el otro patio, la sala de la barca (donde se guardaba la embarcación sagrada en la que la estatua del dios era sacada en procesión), el sanctasantórum o cámara del dios que contiene su imagen (donde la luz entraba por pequeñas aberturas que iluminaban las estatuas como focos), y las salas cuyos relieves murales sobre la fauna y la flora egipcia en honor a la obra de Amón-Ra les valieron el nombre de Jardín Botánico.
Como los templos egipcios no eran lugares de oración para el pueblo sino una casa para los dioses, las últimas salas son de acceso exclusivo de los sacerdotes. Al avanzar, el techo decrece y el suelo se eleva, lo que significa que al avanzar cada vez hay menos espacio, además de menos luz.
Los muros están construidos en talud (inclinados) y los techos en terraza (sobresalientes). En su polémica con el historiador italiano Bruno Zevi, para quien la arquitectura nació con los romanos porque éstos fueron los primeros en desarrollar el espacio interior, el historiador noruego Christian Norberg–Schulz afirma que el espacio interior egipcio no es acogedor porque el egipcio se sentía siempre en camino, de ahí que tanto el eje longitudinal de los templos como la estrechez del espacio intercolumnio no inviten a la permanencia sino al pasaje.
templo de Amon en Karnak - Egipto |